La jubilación es un momento de tranquilidad y descanso que todos deseamos alcanzar. Sin embargo, para muchos, la planificación financiera necesaria para llegar a ese momento puede ser abrumadora. En particular, las deudas presentan uno de los mayores desafíos para alcanzar una jubilación cómoda. En este artículo, hablaremos sobre cómo manejar las deudas en la planificación de la jubilación.
Antes de abordar las opciones para manejar la deuda, es importante entender cómo ésta puede impactar en la jubilación. En primer lugar, las deudas pueden restringir la capacidad de ahorro para la jubilación. Si una gran parte del ingreso se destina al pago de deudas, se antes se puede ahorrar para el futuro. Además, las deudas pueden erosionar los ahorros de jubilación. Los pagos de intereses y las tarifas bancarias pueden reducir los ahorros de jubilación hasta en miles de dólares.
Finalmente, las deudas pueden afectar el estilo de vida durante la jubilación. Si las deudas todavía están presentes después de la jubilación, los ingresos limitados pueden verse comprometidos para hacer frente a los pagos. La situación empeora si surge la necesidad imprevista de atención médica o de cuidado.
La opción más obvia para manejar las deudas en la planificación de la jubilación es trabajar para eliminar la deuda antes de llegar a la jubilación. El primer paso es hacer un esfuerzo concertado para dejar de acumular nueva deuda. Luego, se deben identificar las opciones disponibles para pagar las deudas existentes.
Es importante tener en cuenta que eliminar la deuda no significa necesariamente liquidar todas las cuentas en su totalidad. Los titulares de cuenta pueden trabajar con sus acreedores para establecer planes de pago que reduzcan el interés de la cuenta y con frecuencia reduzcan la cantidad adeudada. Al mismo tiempo, los titulares de cuenta pueden explorar opciones de consolidación de deudas, que permiten integrar varias deudas en una sola, a menudo con una tasa de interés más baja.
Si eliminar completamente la deuda no es factible, otra opción es trabajar para reducir la deuda antes de la jubilación. Un enfoque popular es seguir la regla del "50/20/30". Esta regla establece que el 50% de los ingresos debe destinarse a gastos esenciales, como vivienda y facturas. El 20% debe destinarse a ahorros y pago de deudas, mientras que el 30% puede destinarse a una variedad de opciones, incluidos gastos discrecionales.
Otra opción es investigar la consolidación de deudas con una empresa de asesoría crediticia. Estas empresas trabajan con los acreedores para reducir los pagos mensuales y los intereses de la cuenta. A cambio, los titulares de cuenta pagan una tarifa a la empresa de asesoramiento.
Si la eliminación o reducción de la deuda no es factible, los titulares de cuenta pueden optar por una estrategia de inversión conservadora para hacer frente a la deuda existente mientras se acerca la jubilación. Una estrategia común es transferir las inversiones de alto riesgo a cuentas de inversión de bajo riesgo. De esta manera, se reduce la exposición de la cuenta a la volatilidad del mercado y se asegura una rentabilidad más estable.
También es importante reevaluar las prioridades de gasto en la jubilación. Es posible que los gastos no esenciales deban reducirse para acomodar los pagos de deudas. Si los pagos de deudas no pueden ajustarse al presupuesto de jubilación, los titulares de cuenta pueden explorar opciones de ingresos adicionales, como puestos de medio tiempo o trabajo ocasional.
El manejo de las deudas en la planificación de la jubilación puede ser un desafío significativo. Sin embargo, con una comprensión firme del impacto de la deuda, así como de las opciones para eliminar o reducir la deuda, los titulares de cuenta pueden tomar medidas correctivas antes de la jubilación. La clave es comenzar a trabajar en la deuda ahora, para garantizar el éxito de la jubilación en el futuro.