Todos los años, la temporada de impuestos parece aparecer de la nada, y muchos de nosotros nos preguntamos si estamos preparados para llenar nuestras declaraciones de impuestos o no. Además, con la pandemia en curso, muchos de nosotros enfrentamos cambios financieros inesperados que podrían tener un impacto en nuestros impuestos. Es por eso que es importante conocer cuándo debemos comenzar a hacer nuestros impuestos para estar preparados y no correr riesgos innecesarios.
La respuesta simple es que debemos comenzar a hacer nuestros impuestos lo antes posible, especialmente si tenemos un historial de presentar declaraciones de impuestos tardías. Existe un plazo específico para presentar tus impuestos, y si no cumples con ese plazo, podrías enfrentar multas y recargos intereses.
Si deseas saber cuándo debes hacer tus impuestos, debes prestar atención al calendario de impuestos que emite el Servicio de Impuestos Internos (IRS por sus siglas en inglés), que es la agencia gubernamental encargada de recaudar impuestos y hacer cumplir la ley fiscal. Generalmente, la temporada de impuestos comienza el 1 de enero y termina el 15 de abril, pero el IRS puede ajustar estas fechas según sea necesario.
Es importante tener en cuenta que, aunque la temporada de impuestos finaliza el 15 de abril, también hay una fecha límite para presentar una extensión de tiempo de seis meses. Si necesitas más tiempo para presentar tus impuestos, debes presentar una solicitud de extensión antes del 15 de abril. Sin embargo, ten en cuenta que si debes dinero al IRS, debes pagar antes del 15 de abril, independientemente de si presentas una extensión o no. De lo contrario, se acumularán intereses y multas.
Comenzar a hacer tus impuestos temprano te da tiempo para obtener toda la documentación necesaria y en caso de que surjan discrepancias, ¡tendrás tiempo suficiente para solucionarlas! Además, si estás recibiendo un reembolso, recibirás tu dinero mucho antes si presentas temprano. No hay nada más frustrante que esperar por meses para recibir el reembolso que te debían.
Otro factor importante a considerar es la posibilidad de cambios en la ley fiscal. Cada año, hay cambios en la ley fiscal que pueden afectar la forma en que hacemos y presentamos nuestras declaraciones de impuestos. Si comienzas temprano, tendrás tiempo para entender estos cambios, aplicarlos correctamente y evitar errores que podrían costarte dinero a largo plazo.
El primer paso para prepararte para hacer tus impuestos es organizar toda tu información financiera. Esto incluye tus declaraciones de ingresos, formularios W-2, 1099, tus estados financieros y cualquier otra información financiera importante. También debes tener en cuenta los gastos calificativos para las deducciones fiscales. Mantén toda esta información en un solo lugar seguro y, si es posible, de forma digital para evitar cualquier pérdida o confusión.
Si tienes preguntas o inquietudes sobre tus impuestos, deberías buscar asesoramiento fiscal. Es importante buscar la ayuda de un asesor fiscal calificado y con experiencia para asegurarte de que tus impuestos se presenten correctamente para que no te sorprendan multas y recargos en el futuro. Además, un asesor financiero podría ayudarte a identificar posibles deducciones fiscales para aumentar tu posible reembolso.
Finalmente, debes ser proactivo cuando se trata de tus impuestos. Asegúrate de que tengas toda la información que necesitas antes de comenzar a presentar tus impuestos, y trabaja en colaboración con un profesional. Además, es importante comprender el proceso de presentación de declaraciones de impuestos y el estado de tus finanzas para no sentirte abrumado. Mientras más preparado estés, mejor.
En resumen, es importante comenzar a hacer tus impuestos lo antes posible, preferiblemente al comienzo de la temporada de impuestos. El plazo final para presentar una declaración de impuestos es el 15 de abril, pero si necesitas una extensión, debes presentar una solicitud antes de esa fecha. Comenzar temprano te dará tiempo suficiente para reunir toda la información necesaria y cualquier prórroga de tiempo. Además, los cambios en la ley fiscal son frecuentes y pueden afectar tu situación financiera. Por lo tanto, es importante estar al tanto de estos cambios y buscar asesoramiento fiscal si es necesario. Con una planificación y preparación adecuadas, puedes presentar tus impuestos sin problemas, sin estrés y con confianza.